Y es que todos juntos
solo somos uno,
un uno dividido por la carne.
Carne que solo quiere,
solo quiere volver a ancontrarse
Pasajes de Gehena
Cuanto más alto volemos, más pequeños resultaremos a los que no saben volar
lunes, 28 de octubre de 2019
sábado, 10 de junio de 2017
Agonía de un demonio Negro
Y el mar que sostengo entre mis dedos
rompe en tormenta.
De instantes que gritan sordos
desvaneciéndose entre quejas
que liberadas tras vuestras rejas
comienzan a estar ya
cansadas del todo.
Alimentando las tripas
de un ridículo demonio negro.
Que mantiene ingenuo la esperanza
escondido en su madriguera
al calor de un débil resquicio color de fuego.
Incertidumbre, compañera,
ebria de dudas a las que no encuentra solución.
Pecados de un cuerpo
que ya no padece.
Confuso y anestesiado.
Danzando al ritmo del eco
de una mueca caprichosa de tu voz.
rompe en tormenta.
De instantes que gritan sordos
desvaneciéndose entre quejas
que liberadas tras vuestras rejas
comienzan a estar ya
cansadas del todo.
Alimentando las tripas
de un ridículo demonio negro.
Que mantiene ingenuo la esperanza
escondido en su madriguera
al calor de un débil resquicio color de fuego.
Incertidumbre, compañera,
ebria de dudas a las que no encuentra solución.
Pecados de un cuerpo
que ya no padece.
Confuso y anestesiado.
Danzando al ritmo del eco
de una mueca caprichosa de tu voz.
viernes, 9 de junio de 2017
Cárcel temporal color de Luz
Ya no soporto este juego.
Partida de dardos
sostenidos por un puño
moroso de la ingravidez de tu pelo.
Instante eterno
desvanecido con el peso de un segundo.
Movido por deseos
que ya no sé si son mios.
O si son tuyos.
Ni los pretendo.
Deslizándose por mi espalda.
Obediente a una ley antigua.
Fiel a la fragancia del aire que agita el paso de tu cuerpo.
Especie de alimento mutuo.
Saciado por motas de un polvo
que no nutre.
Que se cobija en el centro de mi pecho.
Partida de dardos
sostenidos por un puño
moroso de la ingravidez de tu pelo.
Instante eterno
desvanecido con el peso de un segundo.
Movido por deseos
que ya no sé si son mios.
O si son tuyos.
Ni los pretendo.
Deslizándose por mi espalda.
Obediente a una ley antigua.
Fiel a la fragancia del aire que agita el paso de tu cuerpo.
Especie de alimento mutuo.
Saciado por motas de un polvo
que no nutre.
Que se cobija en el centro de mi pecho.
Sortilegio de frío Azul
Y, así, queda establecida
la dicotomía en la que me desenvuelvo.
Que me devuelve una sonrisa
dejándome helado.
Convertido en estatua.
Frío en mi propio Infierno.
Dos caminos que se abren
ante mis ojos.
Pero mis pies ya no se mueven.
No saben qué hay detrás de tus muecas y miradas.
Acertijos de desconcertante reflejo.
Por eso ya se detienen.
Mientras mis iris
prefieren permanecer ciegos.
Perdidos en una oscuridad que insiste en abrazarme.
Que yo mismo me impongo.
Y, sin embargo, lo veo.
la dicotomía en la que me desenvuelvo.
Que me devuelve una sonrisa
dejándome helado.
Convertido en estatua.
Frío en mi propio Infierno.
Dos caminos que se abren
ante mis ojos.
Pero mis pies ya no se mueven.
No saben qué hay detrás de tus muecas y miradas.
Acertijos de desconcertante reflejo.
Por eso ya se detienen.
Mientras mis iris
prefieren permanecer ciegos.
Perdidos en una oscuridad que insiste en abrazarme.
Que yo mismo me impongo.
Y, sin embargo, lo veo.
jueves, 8 de junio de 2017
Terremoto de pelo Rojo
Enséñame tus manos
y yo te sigo.
Que las palabras que salgan de tu boca,
aún asustada,
sean las mismas que yo digo.
Acércate y cuéntame
qué es lo que pasa por tu cabeza.
Que mi mente ha recorrido mundos
donde únicamente había horror,
envueltos de una triste,
parca belleza.
Que te devuelvo la mirada
sin miedo.
Embustero.
Que tiemblas ante la sola idea
de que ella se mueva
y te conviertas a su religión.
Con uno solo de sus gestos.
En un rincón asustado,
¿cómo no?
Más que dispuesto.
y yo te sigo.
Que las palabras que salgan de tu boca,
aún asustada,
sean las mismas que yo digo.
Acércate y cuéntame
qué es lo que pasa por tu cabeza.
Que mi mente ha recorrido mundos
donde únicamente había horror,
envueltos de una triste,
parca belleza.
Que te devuelvo la mirada
sin miedo.
Embustero.
Que tiemblas ante la sola idea
de que ella se mueva
y te conviertas a su religión.
Con uno solo de sus gestos.
En un rincón asustado,
¿cómo no?
Más que dispuesto.
miércoles, 30 de mayo de 2012
Que mis pensamientos resbalen
desde mi cabeza hacia la boca
y allí puedan ser libremente expresados.
Que, luego, mis manos desnudas
sepan convertirlas en algo más
pues hasta entonces solo habrán sido humo.
Que mis ideas se fundan con mis gestos,
que la razón acompañe al movimiento,
que todo se vuelque uno.
desde mi cabeza hacia la boca
y allí puedan ser libremente expresados.
Que, luego, mis manos desnudas
sepan convertirlas en algo más
pues hasta entonces solo habrán sido humo.
Que mis ideas se fundan con mis gestos,
que la razón acompañe al movimiento,
que todo se vuelque uno.
martes, 13 de marzo de 2012
De las ruinas que me encuentro
fabrico remendadas rimas
que saben a sangre y cuero,
adictas al querer y no poder
realizarme más allá
de lo límites que
me impone vuestro ruedo.
Así que aquí me quedo,
escondido, cobarde, asustado,
palabras que solo tienen sentido
en determinado pueril cuento.
Fiel a mí mismo solitario,
dependiente del problema común,
nuestras relaciones y su esencia.
Enganchado a vosotros,
a convertiros en versos.
fabrico remendadas rimas
que saben a sangre y cuero,
adictas al querer y no poder
realizarme más allá
de lo límites que
me impone vuestro ruedo.
Así que aquí me quedo,
escondido, cobarde, asustado,
palabras que solo tienen sentido
en determinado pueril cuento.
Fiel a mí mismo solitario,
dependiente del problema común,
nuestras relaciones y su esencia.
Enganchado a vosotros,
a convertiros en versos.
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